Pues este jueves y viernes me fuí a vivir la vida loca a Xalapa como adelanto de lo que nos depara La Cantada. Fué un buen paseo el que me dí por aquellas tierras en compañia de mi primo Rafa y su buen camarada Raúl que es un cuate a toda madre.
Nos fuimos de Poza como a las 4:30 de la mañana del jueves todos desvelados ya que había llegado tarde a mi casa ese mismo día; en el camino nos tocó ver el Pico de Orizaba en la autopista (algo que en muchos años de viajes jamás me había tocado ver y que fué muy chido).
Llegamos como a eso de las 10:00 am a La Tierra de Las Flores y mi tía y mi primo hicieron algunos trámites que tenían pendientes. Nos desocupamos como a las 4 de la tarde y nos fuimos a la casa de Raúl que se estaba quedando en casa de otro amigo (él es originario de Morelia) el depa está ubicado en el centro de Jalapa cerca de Catedrál. De ahí nos lanzamos al Espinal a dejar a mi tía para poder irnos tranquilos a echar el desmadre; fuimos a Naolinco a disfrutar de la majestuosa vista del mirador desde donde se ven las cascadas, y apenas alcanzamos a verlas porque la niebla empezaba a hacer de las suyas y se apoderaba poco a poco del lugar.
Luego nos fuimos rumbo a la plaza del lugar a admirar las bellas féminas que por aquellos lugares se dan y a degustar unos buenos tacos de longaniza (
sin albur, jejeje), y todo esto que platico después de echarnos algunos traguitos de mi buena amiga la
Cañabar (
el mejor aguardiente que he probado, algo que cualquiera que la haya tomado me dará la razón).
Y después ya cuando partíamos rumbo a
Jalapa, nos llevamos la sorpresa de que se llevaría a cabo una bonita tradición del lugar llamada la
Negreada, donde los muchachos locales y algunos foráneos se disfrazan con diferentes atuendos para enfrascarse en una despiadada pelea armados con palos de direfentes tipos (y esto tampoco es albur), y vaya que se dan sus buenos madrazos.
Ya por ahí de las 10 de la noche ibamos llegando otra vez a
Xalapa y nos fuimos a refugiar a un baresucho de la zona centro llamado
El Submarino, el cual tiene por eslogan
'Un bar de 3ra, con atención de 2da... para gente de 1ra', ahí nos echamos un par de cervezas para después irnos a terminar la noche al depa con nuestra amiga
Cañabar.
Ahí
Rafa cansado con la manejada sucumbió ante el sueño por ahí de la
1:30 am, y
Raúl y yo nos quedamos en el chupe y el coto hasta entradas las
4:30 am.
El viernes nos levantamos ya un poco tarde (
como a las 3:00 pm) y nos pusimos a cocinar una buena pasta para la comida, más bien
Raúl, nosotros 2 nomás estabamos de pinches.
Y por ahí de las 6 de la tarde después de una buena comida y una buena plática nos fuimos de nuevo al Espinal por mi tía para regresarnos ya bastante tarde de allá (
como a las 10:40 pm del viernes), llegamos a
Poza como a las 3:00 am del sábado y a bañarse y a jetiar.
Ese fué el viaje de preambulo a lo que será
La Cantada, que por lo que ya hemos vivido en aquellas tierras y lo que nos han contado la verdad que promete bastante, pero bastante para ir al desmadre.
Muchísimas felicidades enano y a todos los demás pues... nos estamos leyendo.
Luego nos fuimos rumbo a la plaza del lugar a admirar las bellas féminas que por aquellos lugares se dan y a degustar unos buenos tacos de longaniza (sin albur, jejeje), y todo esto que platico después de echarnos algunos traguitos de mi buena amiga la Cañabar (el mejor aguardiente que he probado, algo que cualquiera que la haya tomado me dará la razón).
Y después ya cuando partíamos rumbo a Jalapa, nos llevamos la sorpresa de que se llevaría a cabo una bonita tradición del lugar llamada la Negreada, donde los muchachos locales y algunos foráneos se disfrazan con diferentes atuendos para enfrascarse en una despiadada pelea armados con palos de direfentes tipos (y esto tampoco es albur), y vaya que se dan sus buenos madrazos.
Ese fué el viaje de preambulo a lo que será La Cantada, que por lo que ya hemos vivido en aquellas tierras y lo que nos han contado la verdad que promete bastante, pero bastante para ir al desmadre.
Entradas
